Te quise más de lo que yo me quise.
No sé cómo lo hice, pero lo hice y créeme que no soy yo el que lo dice.
Estuve atado a mi pasado, caminé sin rumbo bajo un estado de ebriedad profundo o más bien drogado, por la decepción de que nada he logrado.
Y heme aquí parado, no tengo miedo, el infierno me he ganado y perdido tengo el cielo, pero no hay pedo yo no me agüito, todo se lo dejo a Jesucristo.
Que él decida por mi destino, yo no adivino sobre el camino. Solo ando fino, soy asesino de sentimientos en torbellino.
Me despido para siempre, soy peregrino, seguiré la vida en clandestino.
Adiós vida, ya no me importa, aquí se corta pues no soporta lo qué transporta. Contrabando de llanto y también de sangre, hay mucho pájaros en el alambre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario