Mirame bien, estoy contigo, donde quiera que tu vayas te acompañaré,
no intentes alejarme, las piedras no me dañan, soy tu perro fiel.
Cuidaré de tí aunque no me lo pidas, seguiré cada paso que tú des,
y si eso no te gusta, pues ni modo, aunque no te guste yo lo voy a hacer.
Porque te quiero y, quiero que estés bien, y sabes que yo estaré
para levantarte todas las veces que te vea caer, por que te quiero y no lo dejaré de hacer.
Y estaré hasta el final, hasta el último día de tu vida, si es necesario, te enterraré y,
ya después, satisfecho de haber cumplido con cuidarte, moriré, para seguirte cuidando, donde sea que tu alma esté, porque mas allá de todo, seguiré siendo, tu perro fiel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario