Desde que te fuiste mi pasado gris volvió a encontrarme. Me han atacado cientos y cientos de males y malas frustraciones que no me permiten caminar mas en esta superficie rocosa a la cual llamo vida.
Cada vez me cuesta trabajo vivir, la piedra que cargo en mis hombros cada día es más pesada, tanto que hay días en los que levantarme al mundo significa una guerra entre mi cerebro y mis pies.
No soy malo, no estoy hecho de maldad, sin embargo, el lado oscuro que tanto tiempo estuvo rodeándome ha regresado, a pedirme que regrese de ahí, de donde nunca debí salir, de mí, de mi intimidad, de mi timidez.
Así era mejor antes, ahora no sé si ha mejorado algo con lo que soy.
No intento culparte de mis desgracias, solo intento decirte que me faltas, que mi mundo se vuelve un caos total sin ti.
Vuelve, antes que todo esté cubierto de sangre y de cenizas, antes que el ocaso venga por mí.
No mires mis defectos, solo dame una oportunidad más para redimir mis pecados, sé que puedo, que voy hacerlo, si me das la oportunidad.
Déjame tener contigo la vida digna que tenía, olvidando el pasado y aprendiendo día a día del presente.
Yo no sé si lo que escribo tiene sentido, porque estoy escribiendo con el corazón y con los ojos cerrados, al final quien decide mi destino eres tú.
Sálvame, o mátame de una vez, que no continúe la agonía que la yaga de tu partida me ha dejado y que sigue sin sanar.
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