17 agosto, 2025

La culpa me nombra

 

Cada noche pienso en ti
y en cómo sería mi vida contigo.
Una suerte de sueños se apodera de mi
Y a pesar de no querer seguir, aquí sigo.

Cada noche es la misma escena
desvelos superfluos,
pensamientos al azar
soledad sincera y amena
y una herida en el alma
que no deja de sangrar.

Quizá debí insistirte,
quizá no debí permitir que te fueras,
quizá el orgullo pesaba más que el alma,
y mis labios aprendieron a callar promesas.

Ahora el eco de tu nombre me quiebra,
y mi vida se consume como vela encendida.
Quizá debí retenerte en mi sombra,
pero lo hice y ahora te doy por perdida.

Y en las sombras donde solías habitar,
solo queda el frío y mi culpa dormida.
Tu ausencia es un espectro que no para de observar,
mientras mi alma se arrastra, vencida.

No hay redención en mis noches sin sueño,
ni en las cartas que nunca escribí.
Solo quedas tú, lejana y eterna,
como todo lo que ya no elegí.

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